10. Mitocondria

10. Mitocondria


10.1 ¿Qué es?

La mitocondria es un organelo celular presente en los organismos aerobios, encargada de brindarle la mayor parte de la energía que estos necesitas, ya que es lugar donde se sintetiza el ATP y se lleva a cabo la respiración celular.

10.2 Biogénesis


Las mitocondrias son estructuras dinámicas, capaces de sufrir enormes cambios morfológicos: se mueven, se agrupan y se separan y uno de los más importantes es que pueden fusionarse entre sí o fisionarse, es decir, dividirse en dos.

El equilibrio entre la fusión y la fisión es un factor que puede determianr la cantidad, longitud y grado de interconexión de las mitocondrias. Cuando la fusión es más frecuente que la fisión, éstas tienden a volverse más alargadas e interconectadas, mientras que el predominio de la fisión conduce a la formación de mitocondrias más numerosas, pequeñas y distintivas.

Al parecer, la fisión es inducida por contacto con finos túbulos del RE que rodean a las mitocondrias como lazos corredizos y emprenden la constricción para finalmente fisionarlas gracias a la acción de proteínas solubes reclutadas del citosol hasta la superficie externa de la mitocondria, como lo es las proteínas Drp1, que se ensamblan hasta formar hélices alrededor de la superficie exterior de la mitocondria.

Drp1 pertenece a la familia de las proteínas de la dinamina que se unen a GTP y participan en la liberación de vesículas cubiertas de clatrina de la membrana en la que se forman. Por lo que la unión del GTP a la Drp1 y la hidrólisis originan cambios de conformación en las hélices de Drp1 que logran la constricción total de la mitocondria y se separan en dos organelos de menor tamaño.

La fisión es el mecanismo de reproducción de las mitocondrias.

Existen pruebas de que las mitocondrias se reproducen antes de la mitosis para responder al aumento de las necesidades metabólicas de la célula para suplir a las mitocondrias viejas. La replicación del DNA mitocondrial no queda limitada a la fase S, cuando se replica el DNA nuclear, sino que puede darse a lo largo de todo el ciclo celular y no sólo una, sino varias veces, en función de las necesidades de la célula. Esta replicación puede ir seguida de la división de la mitocondria o pueden quedar varias copias del DNA en la matriz mitocondrial.

10.3 Estructura

Según sea el tipo celular, las mitocondrias pueden tener una estructura muy diferente. Aparecen como gránulos, bastones, filamentos o raquetas. Pueden verse como organelos individuales reniformes, con una longitud de 1-4 µm o como una red tubular interconectada muy ramificada.

El límite externo de la mitocondria contiene dos membranas:

  •        La membrana mitocondrial externa, que rodea por completo a la mitocondria
  • ·      La membrana mitocondrial interna que se subdivide en dos dominios interconectados (mediante conexiones estrechas llamadas uniones de las crestas) que tienen diferentes proteínas residentes que desempeñan funciones distintas, las cuales son:

o   Membrana limitante interna: Se encuentra justo por debajo de la membrana mitocondrial externa, formando una envoltura de doble membrana y es muy rica en moléculas encargadas de importar a las proteínas mitocondriales.
o   Crestas: Se encuentran en el interior del organelo como una serie de hojas membranosas invaginadas. Las crestas no llegan de un lado a otro de la mitocondria, por lo que la compartimentalización que establecen es abierta. Las membranas de las crestas tienen una gran relación con la tinción mitocondrial como transductores de energía, ya que contienen una gran cantidad de superficies de membrana que aloja la maquinaria necesaria para la respiración aeróbica y la formación del ATP. El número de crestas es muy variable y normalmente va relacionado directamente con la capacidad de producción de energía de las células, por lo que son muy numerosas en el músculo y escasas en los adipocitos. Las crestas se orientan preferentemente en sentido perpendicular al eje longitudinal de la mitocondria, pero en algunas células, la orientación es diferente. El algunas neuronas las crestas son paralelas al eje longitudinal, en el miocardio y en los adipocitos no son rectas, sino curvas, y no siempre son tabiques, ya que en las células suprarrenales y en las células de Leydig del testículo son tubulares.
La membrana mitocondrial externa y la membrana interna tienen propiedades diferentes, que se resumen en la siguiente tabla:

Propiedades de la MIE y la MMI
Membrana Mitocondrial Externa
Membrana Mitocondrial Interna
60%  proteínas / 40% de lípidos
Semejante al RE (vida media: 5.2 días)
80% proteínas / 20% de lípidos.
Más de 100 polipéptidos diferentes.
Enzimas: Oxidación de adrenalina, degradación del triptófano y elongación de ácidos grasos
Carece de colesterol
Fosfatidilglicerol
Rica en cardiolipina (difosfatidilglicerol)
Homóloga a una membrana exterior de la pared celular de bacterias
Semejante a la MP de las bacterias y laminillas internas de los cloroplastos (Vida media: 12.6 días)
Porinas: Canales acuosos (mayor permeabilidad)
Impermeable
Colesterol, fosfatidilcolina, fosfatidiletanolamina, fosfatidilinositol y escasa cardiolipina (difosfatidilglicerol)
Complejo para la inserción de proteínas sintetizadas en el citosol o en la matriz
Citocromo b5 y la Reductasa de b5-NADH
Enzimas de oxidación de ácidos grasos

La membrana mitocondrial interna, además, dividen al organelo en dos compartimientos acuosos:

Matriz mitocondrial: De consistencia gelatinosa por la elevada concentración de proteínas hidrosolubles. Asimismo, comprende estructuras como los ribosomas, DNA y gránulos osmiófilos (gránulos densos constituidos por cationes divalentes, principalmente Ca++, abundantes en células transportadores de iones y agua, como las de los túbulos contorneados renales). También pueden observarse inclusiones lipídicas en algunas células, como en las células de Leydig, lo que guarda relación con la síntesis de hormonas esteroideas. Por otro lado, los iones, pequeñas moléculas y macromoléculas no visibles, como las enzimas implicadas en la B-oxidación de los ácidos grasos y el Ciclo de los Ácidos Tricarboxílicos, así como la superóxido dismutasa.

Espacio intermembrana: Las proteínas del espacio intermebrana, como las  son mejor conocidas por participar en el inicio de apoptosis.

DNA mitocondrial (DNAmt)

Una de las características más interesantes de las mitocondrias es que en su interior existe ADN y un sistema de síntesis de proteínas muy activo.

El DNA mitocondrial forma filamentos de unos 2.5 nm de espesor. Es un doble helicoide no unido a proteínas y no forma cromosomas, sino una única cadena, que en la mayoría de los organismos tiene una disposición circular como el ADN bacteriano, aunque en algunos organismos unicelulares, la disposición es lineal.

La longitud del DNAmt es de unos 5-6 micrómetros, por lo tanto, en comparación con el ADN nuclear es relativamente pequeño, debido a que sólo tiene la información para sintetizar unas cuantas proteínas. El genoma mitocondrial humano consta de 16 a 56 pb y casi todo él codifica proteínas o transcribe moléculas de rRNA y tRNA. Codifica 2 ARN ribosómicos y 22 ARN de transcripción que se utilizan en la síntesis de proteínas dentro del organelo

Este número de tRNA es muy pequeño si lo comparamos con el número de tRNA presente en el citosol, que es de 48. Además, cuatro de los 64 codones tienen significados diferentes de lo que ocurre en el citosol. Para poder leer los codones con tan pocos tRNA, muchos tRNA se aparean con todos los codones que tienen las mismas dos bases iniciales, cualquiera que sea la tercera base. Esto también ocurre en el citosol, pero sólo para ocho codones.

El DNA no cromosómico es importante porque codifica un pequeño número de polipéptidos mitocondriales que se integran en la Membrana mitocondrial interna.

El ADN mitocondrial es una reliquia. Se cree que es el legado de una bacteria aeróbica individual que estableció su residencia en el citoplasma de una célula primitiva que al final se conviritó en el ancestro de todas las células eucariotas, lo que se conoce como teoría endosimbiótica,

Ribosomas

Son menores que los del citosol, consistiendo en dos subunidades, una de 35 S y otra de 25 S. Estos ribosomas sintetizan algunas proteínas de la mitocondria, pero la mayoría de estas se importan del citoplasma.

10.4 Funciones de la mitocondria 

Metabolismo oxidativo en la mitocondria

La glucosa comienza su oxidación con la intervención de enzimas citosólicas en el proceso conocido como glucólisis, en la que una pequeña porción de energía libre queda disponible para la célula, la suficiente para la síntesis neta de sólo dos moléculas de ATP por cada molécula de glucosa oxidada.

La mayor parte de la energía queda almacenada en el piruvato y en el NADH generado mediante la oxidación del gliceraldehído 3-fosfato. Estos dos productos pueden continuar su procesamiento de dos maneras diferentes, dependiendo de la presencia o ausencia de oxígeno.

En ausencia de oxígeno, el piruvato es reducido a lactato o a cualquier otro producto de la fermentación (como el etanol en las levaduras). Al mismo tiempo, el NADH es reoxidado y puede volver a ser utilizado para la glucólisis.

Mientras que en la presencia de oxígeno, los organismos son capaces de extraer grandes cantidades de energía adicional del piruvato y del NADH, lo cual ocurre en las mitocondrias.

El piruvato se transporta a través de la membrana mitocondrial interna y llega hasta la matriz, donde se descarboxila por acción de la piruvato deshidrogenasa para formar un grupo acetilo de dos carbonos, el cual es transferido a la coenzima A para formar Acetil CoA a la vez que se genera NADH.

El acetil CoA entra a la vía cíclica de los ácidos tricarboxílicos, en la que se oxida el sustrato y se conserva su energía. Todas las enzimas del TCA reside en la fase soluble de la matriz, a excepción de la succinato deshidrogenasa, que se une a la membrana interna.

El primer paso consiste en la condensación del grupo acetilo con el oxaloacetato para formar citrato. Durante el ciclo se reduce la longitud de la molécula de citrato, un carbono a la vez, para regenerar el oxaloacetato.

Como productos, obtenemos 3 NADH, 1 FADH y 1 GTP.

Todas las macromoléculas que proporcionan energía a las células se degradan hasta metabolitos del Ciclo de Krebs, por lo que la mitocondria se convierte en el centro de los pasos finales para conservar la energía.

Por otra parte, la mitocondria no es capaz de transportar el NADH del citosol derivado de la glucólisis, por lo que utiliza dos mecanismos para poder ingresar a la mitocondria y así donar sus electrones de alta energía a la cadena transportadora de electrones.

Uno de los mecanismos, es la lanzadera de glicerol fosfato, en la que los electrones del NADH son donados a la dihidroxiacetona fosfato para formar NAD+ y glicerol 3-fosfato, que es lanzado al interior de la mitocondria (quedando en el espacio intermembrana) y posteriormente es reoxidado por acción de la deshidrogenasa de glicerol 3 fosfato presente en la membrana mitocondrial interna. Los electrones son captados por el FAD, que puede transferir los electrones a un portador de la Cadena Transportadora de Electrones.

El otro mecanismo es la lanzadera de malato-aspartato, en la que el NADH es reoxidado por acción de la malato deshidrogenasa citosólica, y sus electrones son captados por el oxaloacetato, convirtiéndose en malato, el cual puede atravesar la membrana mitocondrial externa con la ayuda de las porinas y, posteriormente, atraviesa la membrana mitocondrial interna por el transportador de malato-a-cetoglutarato. En la matriz mitocondrial, nuevamente actúa la malato deshidrogenasa, sólo que en esta ocasión es la mitocondrial, para oxidar al malato a oxaloacetato y los electrones son captados por el NAD para formar NADH, el cual ya puede transferir los electrones a un portador de la Cadena Transpotadora de Electrones.

Para regenerar el oxaloacetato citosólico, una transaminasa convierte el oxaloacetato mitocondrial en aspartato, con la conversión concomitante de glutamato en a-cetoglutarato. Este aspartato es transportado desde la matriz hacia el citoplasma por el acarreador de glutamato-aspartato, el cual intercambia aspartato por glutamato. Una vez en el citosol, el aspartato puede donar su grupo amino para originar oxaloacetato y el a-cetoglutarato es el aceptor del grupo amino, que se convertirá en glutamato.

Fosforilación oxidativa

La fosforilación oxidativa es un proceso de obtención de energía a partir de dos mecanismos íntimamente relacionados:

En primer lugar, los electrones de alta energía, pasan del NADH o FADH al primero de una serie de portadores de electrones que constituyen a la cadena transportadora de electrones, localizada en la membrana mitocondrial interna, y pasan a lo largo de la cadena respiratoria en reacciones que liberan energía, la cual es utilizada para trasladar protones desde la matriz mitocondrial hacia el espacio intermembrana.

Esto establece un gradiente electroquímico de protones a través de la mebrana mitocondrial interna. El movimiento de protones de regreso a través de la membrana, mediante la ATP sintasa proporciona la energía necesaria para fosforilar ADP y convertirlo en ATP.

En total, se estima que cada NADH genera 3 moléculas de ATP, mientras que el FADH únicamente genera 2. Por cada mol de glucosa oxidada, se obtienen, en suma, aproximadamente 36 moléculas de ATP, aunque el número real depende de las actividades de cada célula.

Incorporación de proteínas a la mitocondria
La mayoría de las proteínas mitocondriales se sintetizan en el citosol y permanecen desplegadas tras su síntesis al interaccionar con otras proteínas de la familia Hsp70. Otras proteínas citosólicas le proporcionan las secuencias señal terminales características, de 20 a 80 aminoácidos, para su inserción en los complejos translocadores de proteínas a la mitocondria.

En la membrana externa se encuentra el complejo TOM, y en la interna los complejos TIM y OXA. Estos complejos se sitúan en los puntos de contacto de ambas membranas mitocondriales.

Para la inserción de las proteínas mitocondriales en el TOM es necesario que estas proteínas se liberen de las Hsp70 citosólicas mediante la energía proporcionada por la hidrólisis del ATP.
  • ·        Si la proteína ha de formar parte de dicha membrana queda allí localizada. 
  •     Si la proteína ha de ir a la matriz mitocondrial, se une a un componente del complejo TIM (TIM23), que se abre permitiendo así su translocación a la matriz.

Esta transferencia se realiza por el gradiente electroquímico que proporciona el bombeo de H+ de la matriz hacia el espacio perimitocondrial, en la cadena transportadora de electrones. 

En la matriz, el péptido señal es lisado por una peptidasa señal. A las proteínas transferidas se unen proteínas Hsp70 específicas de la matriz mitocondrial para configurarlas. La liberación de estas Hsp70 también requiere la hidrólisis del ATP.

Las proteínas sintetizadas en el citosol que van a formar parte de la membrana interna o del espacio perimitocondrial necesitan dos péptidos señal; uno para anclarse en la membrana externa, y el segundo para  la membrana interna. La inserción puede seguir tres vías:

  • Estas proteínas entran en la matriz de la misma forma que las que van a residir allí, pero luego se anclan en la membrana interna por su segundo péptido señal a través del complejo OXA. Si van a pasar al espacio perimitocondrial, este péptido es lisado.
  • La proteína, en su paso a la matriz, es frenada por el TIM23 y se inserta por su segundo péptido señal en la membrana interna. Como en el caso anterior, si va a pasar al espacio perimitocondrial se libera de este péptido señal.
  • Un grupo de proteínas especializadas en el transporte de metabolitos a través de la membrana interna, presentan en vez de péptido señal terminal, varios péptidos señal intercalados en su estructura. Estas proteínas penetran por el TOM hasta un componente del TIM (TIM22) que las ancla en la membrana interna por medio de estos péptidos señal.
Las proteínas sintetizadas en la matriz mitocondrial quedan allí o pasan a la membrana interna. En este segundo caso, poseen un péptido señal que es reconocido por el complejo OXA.

Incorporación de lípidos a la mitocondria

La mayor parte de los lípidos de las membranas mitocondriales son importados del citosol. La fosfatidil colina y la fosfatidil serina son sintetizados en el retículo endoplasmático liso y transferidos a la membrana mitocondrial externa mediante unas proteínas intercambiadoras de fosfolípidos, que transfieren moléculas individuales de fosfolípidos entre membranas. Cada una de estas proteínas es específica para un tipo de fosfolípidos.

Se importan fosfatidil colina, fosfatidil serina y fosfatidil inositol. La fosfatidil etanolamina, el fosfatidil glicerol y la cardiolipina se forman en la membrana mitocondrial, a partir de los lípidos importados. Así, la fosfatidil etanolamina se forma por descarboxilación de la fosfatidil serina.

Desde la membrana externa los fosfolípidos se desplazan hacia la interna. Con el microscopio electrónico se observan puntos de contacto entre ambas membranas que se interpretan como puntos de transferencia de fosfolípidos.

Apoptosis celular
John Kerr, Andrew Wyllie y A.R. Currie, científicos escoceses, acuñaron el término apoptosis, del griego “caída” en 1972, para describir que después de su muerte, las células del hígado se encogían y se desprendían del órgano como hojas de otoño.

Tal fenómeno, también conocido como muerte celular programada, es un proceso normal y esencial para el mantenimiento de la homeostasis tisular en un organismo. Por ejemplo, durante el desarrollo embrionario, la forma de la mano se asemeja a un “remo” sin espacio interior entre los tejidos que se transformarán en dedos, los cuales son modelados de la estructura original por la eliminación de células en exceso por medio de apoptosis. También, la apoptosis intervine en la eliminación de células que muestran un daño genómico irreparable, lo cual es importante ya que el daño al modelo genético puede culminar en la división celular irrefrenable y la aparición de cáncer.

Es diferente de la necrosis, ya que esta última, los agentes que la desencadenan son de carácter tóxico, traumático o hipóxico, siempre patológico. En ella, hay una destrucción de la membrana celular, lo que permite el escape al exterior  de elementos que provocan una respuesta inflamatoria.

Mientras que la apoptosis es un proceso limpio y ordenado, caracterizado por la contracción global del volumen de la célula y su núcleo; pérdida de adherencia a las células vecinas, formación de ampollas en la superficie celular, disección de la cromatina en fragmentos pequeños y la desaparición rápida de la célula muerta por fagocitosis, ya que una revoltasa de fosfolípido mueve a las moléculas de la fosfatidilserina, usualmente presente en la hoja interna de la membrana plasmática, hacia la hoja externa de la membrana plasmática, lo que funciona como una señal de fagocitar para los macrófagos.

El papel de la mitocondria en la apoptosis se conoce como vía intrínseca. Las proteínas de la familia Bcl-2 son los principales reguladores de este proceso. Los miembros del grupo I, como Bcl-2 y Bcl-X L, con varios dominios (BH1-BH4) poseen actividad antiapoptótica al inhibir la salida del citocromo C de la membrana mitocondrial y se encuentran anclados en la membrana mitocondrial externa.

Los miembros de la familia II como Bax y Bak son proapoptóticos y tienen el dominio BH. Los miembros de la tercera familia, sólo poseen el dominio BH3, entre los que podemos destacar a Bim, Bid, Bik y Bad. Estos actúan inhibiendo a los miembros de la familia I, o bien, activando a los de la familia II, por lo que se consideran factores determinantes para que una célula se dirija hacia una vía de supervivencia o de muerte.

Ante estrés, las proteínas que sólo poseen BH son activadas, quedando anulados los efectos antiapoptóticos de la Bcl-2 y la proteína Bax, porapoptótica queda libre para desplazarse del citosol a la membrana mitocondrial externa y se ensamblan en un canal recubierto de proteínas y aumentan la permeabilidad, induciendo a la liberación de proteínas mitocondriales, entre ellas el citocromo c, considerado como un punto de no retorno y destina la célula de manera irreversible a la apoptosis.

Una vez en el citosol, el citocromo C se une con la proteína adaptadora Apaf-1, lo que induce a que se asocie con procaspasa 9. Esto dispara la activación de la caspasa 9 e inicia la cascada apoptótica con el procesamiento de caspasa 3.

Otras proteínas mitocondriales tales como SMAC/DIABLO o factor inductor de apoptosis (AIF), se unen a los miembros de las familias antiapoptóticas IAPs para neutralizarlas y evitar que estas proteínas no intenten parar el programa en curso.

Todo esto induce la activación de la desoxirribonucleasa, que fragmentará al DNA nuclear en segmentos desde 180 a 200 pares de bases, un proceso irreversible.

10.5 Enfermedades

  • Síndrome de Leigh

Hay lteraciones del ADNmt o del ADN nuclear. Lo que afecta a los complejos enzimáticos de la cadena respiratoria, principalmente al complejo I. También afecta a la CoQ y al complejo de la piruvato deshidrogenasa.
Las manifestaciones clínicas se dan después del primer año de vida e incluyen: encefalopatía de inicio infantil tardío, hipotonía axial severa con afectación ocular, trastornos de sueño y episodios de seudooclusión intestinal.
  • Enfermedad de Leber/Neuropatía óptica hereditaria de Leber (NOHL)/ Atrofia óptica de Leber:

Se debe a una mutación del ADNmt que afecta a 3 genes, cada uno de ellos codificantes de una subunidad del complejo I, lo que provoca el fallo de éste. Esta enfermedad se considera el paradigma de las neuropatías ópticas de causa mitocondrial. Expresiones clínicas de esta enfermedad se encuentran en una amplia gama de neuropatías ópticas asociadas a hipovitaminosis, exposición a tóxicos, alcohol y tabaco y uso de diferentes fármacos.
  • Enfermedad de Alpers (Polidistrofia progresiva infantil)

La enfermedad de Alpers inicialmente se describió como una afectación cerebral difusa de presentación infantil caracterizada por microcefalia, atrofia cerebral, hipotonía, mioclonías, espasticidad, ataxia, ceguera cortical, demencia y crisis convulsivas, refractarias al tratamiento.
Posteriormente, Huttenlocher sumó la afectación hepática a la enfermedad (Síndrome de AlpersHuttenlocher).
El síndrome se debe a una alteración del metabolismo oxidativo en el que aparece implicado una depleción (menor cantidad de copias de ADNmt de las necesarias) del ADNmt y una mutación en el gen de la polimerasa. En algunos pacientes se ha mostrado una deficiencia en el citocromo C oxidasa.
  • Síndrome de Kearns-Sayre (SKS)

Síndrome caracterizado por oftalmoplejia progresiva crónica, retinopatía pigmentaria, bloqueo cardíaco, ataxia cerebelosa, sordera y alteraciones endocrinas (diabetes, hiperaldosteronismo, amenorrea), que aparece usualmente antes de los 20 años . Se debe a una delección del ADNmt de 1.3 a 8 Kb, en los que siempre se ven afectados unos nucleótidos concretos (gen 4977 pb). Esta deleción, suele eliminar 5 ARNt mitocondriales y 7 proteínas implicadas en la fosforilación oxidativa. En algunos pacientes aparecen además otras mutaciones puntuales. La exposición a radiación ultravioleta o a ROS pueden originar un cuadro similar.
  • Síndrome de Pearson

Aparece en los primeros años de vida y suele causar muerte precoz. Se caracteriza por afectar al sistema hematopoyético, causando anemia macrocítica refractaria, vacuolización de los precursores de la médula ósea y disfunción pancreática exocrina y posteriormente hepática y renal. Al igual que en el SKS, se encuentra implicada una delección en el ADNmt.
  • Neurohepatopatía de Navajo

Enfermedad autosómica recesiva frecuente entre los niños del pueblo Navajo caracterizada por hepatopatía, neuropatía periférica, ulceración y pérdida de sensibilidad corneal, mutilaciones acrales, leucoencefalopatía, retraso en el desarrollo, acidosis metabólica recurrente e infecciones intercurrentes. El fallo subsecuente se encuentra en una mutación del gen MPV17 el cual codifica una proteína de la membrana interna implicada en el metabolismo de ROS y que conduce a un agotamiento del ADNmt.
  • Síndrome MELAS2

El síndrome MELAS es un desorden neurodegenerativo progresivo, caracterizado por miopatía mitocondrial (M), encefalopatía, (E), acidosis láctica (LA) y episodios tipo stroke-like (S). En su origen aparece un amplio espectro de mutaciones, tanto en la codificación proteica como en la síntesis genética, localizándose el fallo, en el 80% de los casos, en una transición del nucleótido adenina en la posición 3243 por un nucleótido de guanina, lo que provoca una mutación del ADNmt, que afecta concretamente al ARNt codificante de leucina.
  • Síndrome MERRF (Enfermedad de Fukuhara)

Síndrome de epilepsia mioclónica (ME) asociada a fibras rojas rasgadas (RRF). Clínicamente se caracteriza por epilepsia mioclónica, ataxia, sordera, demencia y miopatía con debilidad proximal. También puede haber afectación multiorgánica. Es una de las encefalopatías mitocondriales mayores. La afectación más frecuente parece deberse a alteraciones de transición de nucleótidos que afectan a la función del ARNt codificante de fenilalanina, lisina y prolina (A8344G). No siempre que se detecta esta mutación la expresión es un síndrome MERRF, sino que en ocasiones presenta manifestaciones que se corresponden con otros cuadros patológicos como el síndrome de Leigh, la degeneración espinocerebelar, Enfermedad de CharcotMarie-Tooth y múltiples lipomas troncales
  • Síndrome NARP34-5

Acrónimo de neuropatía, ataxia y retinitis pigmentosa sin fibras rojas rasgadas en la biopsia muscular. Se asocia a una mutación en el gen para la ATPasa, en la subunidad 6, en el ADNmt con transición heteroplásmica T-G en la posición 8993. Aunque este trastorno suele ser de inicio juvenil, hay una forma de inicio infantil caracterizada por una encefalopatía asociada a lesión bilateral y simétrica de ganglios basales, que se denomina Síndrome MILS (Síndrome de Leigh de Herencia Materna).
  • Síndrome de Charcot-Marie-Tooth

La enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (o neuropatía sensorial Motora Hereditaria tipo I y II, o atrofia muscular peroneal), es una neuropatía hereditaria progresiva que afecta ambos sexos, con ligera preferencia por los hombres y con una prevalencia entre el 10 y 30 por 105 habitantes. Fue descrita por primera vez en 1886 como atrofia muscular peroneal.
Actualmente se consideran dos formas, según la afectación de la conducción nerviosa. En el Tipo I (o neuropatía hereditaria sensitivo motora tipo I, o 249 49 forma hipertrófica y desmielinizante), la conducción se encuentra enlentecida.
Es la forma más prevalente y conocida y suele comenzar en la infancia tardía o adolescencia. En el tipo II (o neuropatía hereditaria sensitivo motora tipo II o forma neuronal y axonal) la conducción nerviosa está conservada y suele presentarse en edades más tardías. Clínicamente se caracterizan por la pérdida sensorial progresiva, debilidad, atrofia muscular, pérdida de reflejos tendinosos profundos y deformidades del pie.
Desde el punto de vista genético existe una gran heterogeneidad. Hasta la fecha se han encontrado cerca de 40 genes implicados, algunos de ellos codifican proteínas mitocondriales, como la MFN2 (mitofusina 2) o la GDAP 1, lo que resulta en alteraciones de la fisión mitocondrial y en una deficiente actividad del complejo I.

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