7. Lisosomas
7. Lisosomas
7.1 ¿Qué es?
Son vesículas con enzimas
hidrolíticas que, al liberarse, destruirían toda la célula. Las dimensiones de
estos orgánulos (de décimas de micrómetro a varios micrómetros) y su contenido
son muy variables, debido a que actúan como vacuolas digestivas. Están
presentes en todas las células animales.
7.2 Estructura
Un
lisosoma típico contiene cerca de 50 enzimas hidrolíticas diferentes que se
producen en el RER y se dirigen a estos organelos Consideradas en conjunto, las
enzimas lisosómicas pueden hidrolizar todo tipo de macromoléculas biológicas.
Las
enzimas de un lisosoma comparten una propiedad importante: todas alcanzan su
actividad óptima en un pH acido, por lo que son hidrolasas ácidas. El pH óptimo
de estas enzimas se sitúa por debajo del pH del compartimiento lisosómico, que
se aproxima a 4.6. La elevada concentración interna de protones se mantiene
mediante una bomba de protones (una ATP-asa de H+ tipo V) presente en la
membrana que limita al organelo.
Las
membranas lisosómicas contienen diversas proteínas integrales muy glucosiladas
cuyas cadenas de carbohidratos se cree que forman un recubrimiento protector
para la membrana contra el ataque de las enzimas que encierra.
Aunque
los lisosomas tienen una colección predecible de enzimas, su apariencia en las
micrografías electrónicas no es distintiva ni uniforme.
Enzimas contenidas en los lisosomas
- Nucleasas, que incluyen ribonucleasas y desoxirribonucleasas (ADN).
- Fosfatasas: fosfatasas ácidas (monoésteres de fosfato) y fosfodiesterasas (fosfodiésteres).
- Proteasas: catepsina (proteínas) y colagenasa (colágeno). Los lisosomas contienen dos tipos de proteasas cuya acción complementaria permite una degradación eficaz de las proteínas:
- Endopeptidasas (catepsinas), que fragmentan las proteínas catalizando la hidrólisis de los enlaces peptídicos ubicados en el interior de las cadenas (p. ej., tripsina, pepsina, etc.).
- Exopeptidasas (carboxipeptidasas y aminopeptidasas), que eliminan los aminoácidos carboxiterminales y aminoterminales, respectivamente.
- Polisacaridasas y oligosacaridasas: a-glucosidasa (glucógeno), b-acetilglucosaminidasa (b-galactósidos), a-manosidasas (a-manósidos), fucosidasas (oligosacáridos fucosilados) y sialidasa (oligosacáridos sialilados).
- Enzimas que hidrolizan lípidos: lipasas ácidas (triacilgliceroles) y fosfolipasas (fosfolípidos).
- Enzimas que hidrolizan esfingolípidos: arilsulfatasa (galactosilsulfátidos) y ceramidasa (ceramida).
- Enzimas que hidrolizan los GAG (glucosaminoglucanos): a-N-acetilglucosaminidasa (heparán sulfato), b-galactosidasa (queratán sulfato), heparán-N-sulfatasa (heparán sulfato), iduronato sulfatasa (dermatán sulfato)
Tipos de lisosomas:
Lisosomas
primarios: Vesículas formadas a partir
del Aparato de Golgi. Sólo contienen hidrolasas ácidas. Tan pronto se forman,
se fusionan con vesículas que contienen los sustratos que deben ser
catabolizados. Las nuevas vesículas formadas, que contienen tanto las
hidrolasas ácidas como los materiales que van a ser degradados, se denominaron
genéricamente lisosomas secundarios.
Vesículas
autofágicas: Se forman a partir de
membranas del retículo endoplásmico que contienen fosfatasa ácida. Estas
membranas envuelven a aquellas partículas que van a ser degradadas.
Inicialmente estas vesículas (autofagosomas) no contienen enzimas lisosomales;
posteriormente, a ellas se les fusionan lisosomas, con lo cual se inicia la
degradación del contenido de las vesículas autofágicas; estas nuevas vesículas
se conocen como autofagolisosomas.
Fagolisosomas: Vesículas que se forman por un proceso de fagocitosis y
a las cuales se fusionan lisosomas.
Endosomas: Las vesículas endocíticas (pinosomas) formadas durante
la endocitosis (pinocitosis) se fusionan con vesículas que tienen una forma
tubular, las cuales se conocen como endosomas, receptosomas o prelisosomas.
Estas vesículas se distinguen por su morfología, por ser menos densas que los
lisosomas y por ser un compartimento ligeramente ácido (pH 6 a 6.2). Esta característica
permite que aquellas proteínas que han sufrido endocitosis vía receptores
específicos sean disociadas y queden dentro de la vesícula como proteínas
solubles; de esta forma, los receptores libres son reciclados a la membrana extracelular
en pequeñas vesículas y el material soluble es acarreado a los lisosomas
secundarios.
Cuerpos
multivesiculares: Los cuerpos multivesiculares
se forman cuando ciertos pinosomas, al fusionarse con la membrana del endosoma,
se invaginan y vesiculan hacia el lumen de la vesícula; así, en esta vesícula
evertida, los componentes de la membrana, que antes estaban en contacto con el
lumen de la vesícula pinocítica, ahora están en contacto con el lumen de la
vesícula multivesicular. Se ha observado que las vesículas pinocíticas que son
secuestradas en los cuerpos multivesiculares contienen receptores a los cuales
se les ha unido su hormona. Mediante este mecanismo, el complejo receptor-hormona,
al llegar a un compartimento acídico, se disocia, pero, a diferencia de lo que
pasa con un receptor que llega a un endosoma donde queda atrapado, no puede ser
reciclado a la membrana y es degradado. De esta forma, la célula no puede volver
a ser estimulada por un tiempo.
Cuerpos
residuales: En el lumen de este tipo de
vesículas se observa una estructura polimórfica electrodensa compuesta por
residuos no digeridos por los lisosomas. El contenido de estas vesículas puede
ser eliminado por las células mediante un mecanismo de exocitosis, pero los residuos
no digeridos nunca se han visto libres en el citosol.
7.3 Biogénesis
Síntesis de enzimas lisosómicas en el
RER
Las
enzimas lisosómicas son sintetizadas en el RE con un péptido señal. Después de
la eliminación del péptido señal, estas enzimas experimentan una
N-glucosilación. La cadena oligosacarídica está unida a dolicol (un lípido
intramembrana), y a continuación es transferida en bloque a la enzima
lisosómica gracias a la acción de una oligosacárido transferasa. En las
cisternas cis del aparato de Golgi, la cadena oligosacarídica es sometida a la
acción de dos enzimas:
§ Una N-acetilglucosamina transferasa que añade un grupo
N-acetilglucosamina 1-fosfato a un residuo de manosa.
§ Una N-acetilglucosaminasa que elimina, posteriormente, la
N-acetilglucosamina y deja el fosfato unido a la manosa.
Por
consiguiente, las enzimas lisosómicas poseen un radical M6P (manosa 6-fosfato)
gracias al cual son enviadas a su destino final.
La
PI3-cinasa (fosfoinosítido 3-cinasa) es necesaria para dirigir las proteínas
recién sintetizadas hacia los lisosomas. La administración de wortmanina, un
metabolito fúngico, inhibe la codificación de la PI3- cinasa (para algunos
autores, este inhibidor se uniría de forma covalente a la enzima), lo cual
provoca una depleción del M6P-R (receptor de manosa 6-fosfato) en los sáculos
cis y detiene el envío de las enzimas recién sintetizadas a los lisosomas.
Formación
de vesículas que contienen hidrolasas
Las
vesículas que contienen hidrolasas son pequeñas vesículas que se originan en el
aparato de Golgi y cuya función consiste en transferir las enzimas lisosómicas.
Se forman por evaginación de la membrana de la TGN; estas vesículas recibían, y
reciben aún a veces, el nombre de lisosomas primarios.
En
el momento de su formación, las vesículas que contienen hidrolasas quedan
recubiertas por una capa o cubierta de clatrina/adaptina que desaparece
rápidamente. La membrana de estas vesículas no posee proteínas Lamp-1 y Lamp-2.
Estas vesículas engloban las enzimas recién sintetizadas en el RER, que están
marcadas con M6P, a través de la cual se unen a los M6P-R situados en su
membrana.
Existen
dos tipos de receptores de M6P:
§ Un receptor designado con las siglas CI-MPR, que no depende
del calcio (receptor de manosa fosfato independiente de calcio, calcium-independent
mannose phosphate receptor).
§ Un receptor de la M6P, dependiente de calcio (M6P-R).
A
pH neutro, el CI-MPR reconoce las proteínas
portadoras de la señal, que consiste en la presencia de M6P, y se une a ellas. A pH 6, el CI-MPR
se separa de su ligando.
7.4 Función
Degradación
de materiales que llegan a la célula desde el ambiente extracelular
Muchos
organismos unicelulares ingieren partículas de alimento que luego degradan por
medios enzimáticos en un lisosoma.
Las
partículas muy grandes entran en la célula mediante una función especializada
de la membrana celular que se denomina endocitosis, siendo las formas
principales de esta la pinocitosis y la fagocitosis.
Pinocitosis
Se
refiere a la ingestión de partículas diminutas que forman vesículas de líquido
extracelular y partículas dentro del citoplasma celular, siendo el único medio
por el cual pueden entrar macromoléculas grandes, como las proteínas.
Los
receptores se concentran en orificios pequeños de la superficie externa de la
membrana celular, que se conocen como hendiduras revestidas. En el interior de
la membrana celular, por debajo de estas hendiduras, hay una red de clatrina.
Una
vez que las moléculas proteicas se han unido a los receptores, las propiedades
de superficie de esa zona de la membrana cambian de tal forma que todas las
hendiduras se invaginan hacia el interior y las proteínas fibrilares que rodean
a las que se invagina hacen que se cierren los bordes sobres las proteínas
unidas y sobre una pequeña cantidad de líquido extracelular. Inmediatamente
después, la porción invaginada de la membrana se rompe separándose de la
superficie de la célula, formando una vesícula de clatrina dentro del
citoplasma de la célula
Fagocitosis
Se
inicia cuando una partícula, como una bacteria, una célula muerta o un resto de
tejido, se une a los receptores de la superficie de los fagocitos. En el caso
de las bacterias, cada una de ellas ya suele estar unida a un anticuerpo
específico frente a ese organismo y es ese anticuerpo el que se une a los
receptores de fagocitosis, arrastrando consigo a la bacteria.
La
zona de la membrana alrededor de los puntos de unión se evagina hacia afuera en
una fracción de segundo para rodear a toda la partícula, y después cada vez más
receptores de la membrana se unen a los ligandos de la partícula. Todo esto
ocurre bruscamente, como si fuera una cremallera para formar una vesícula
fagocítica cerrada.
Las
proteínas contráctiles contraen el eje de la vesícula, de forma tan completa,
que esta se separa de la membrana celular, dejando la vesícula en el interior de
la célula del mismo modo que se forman las vesículas de la pinocitosis.
Autofagia
Los
lisosomas también tienen una función clave en el recambio de organelos, o sea
en la destrucción regulada de los propios organelos celulares y su remplazo.
Durante este proceso, un organelo, como la mitocondria está rodeado por una
debe membrana (fagóforo) para producir una vesícula secuestrante de doble
membrana llamada autofagosoma.
La
membrana externa del autofagosoma, una vez formada, se fusiona con un lisosoma
y genera una estructura llamada autolisosoma, en la cual hay degradación de la
membrana interna del autofagosoma y el contenido en su interior. La célula
puede disponer de los productos de estas reacciones de degradación.
1
a 1.5% de las proteínas dentro de un hepatocito sano son degradados por medio
de autofagia, cada hora, como parte del fenómeno normal de renovación celular.
Según se piensa, el confinamiento dentro de las vesículas autofagosómicas es un
fenómeno relativamente selectivo y no aleatorio simplemente.
Es
probable que la autofagia haya evolucionado en los microorganismos
protoeucarióticos en reacción a la privación de nutrientes. Si se somete a
inanición a una población de células se advierte un incremento extraordinario
de autofagia. En tal situación, las células adquieren energía para conservar su
vida al consumir en forma caníbal sus propios organelos. El mismo proceso
autofagico se induce en las células de un embrión de mamífero antes de que sea
implantado en el útero, y de ese modo, antes de que aproveche los nutrientes
que le llegan por medio de la sangre de su madre.
Los
genes Atg son necesarios para diversas fases de la vía de la autofagia. La
deleción de algunos de los genes autofagicos ocasiona consecuencias graves en
el desarrollo embrionario o la fisiología del adulto, de organismos modelo. Por
ejemplo, se ha demostrado que la autofagia protege a un organismo contra
amenazas intracelulares que varían desde agregados proteínicos anormales, hasta
las bacterias y parásitos invasores. La autofagia interviene en la prevención
de la neurodegeneración
Si
se bloquea la autofagia en un área particular del cerebro de un animal de
laboratorio, esa región del SNC experimenta una pérdida masiva de células
nerviosas. Esto revela la importancia de la autofagia para proteger a las
células cerebrales del daño continuo a las proteínas y organelos que
experimentan estas células de larga vida. Es posible que la autofagia
intervenga en la prevención de algunos tipos de canceres y lentifique el
proceso de envejecimiento del cuerpo.
Una
vez que se completa el proceso digestivo en el autofagolisosoma, el organelo se
conoce como cuerpo residual. Según sea el tipo celular, el contenido del cuerpo
residual puede eliminarse de la célula mediante exocitosis o conservarse dentro
del citoplasma por tiempo indefinido como un granulo de lipofuscina. La
cantidad de gránulos de lipofuscina se incrementan a medida que el individuo
envejece; la acumulación es muy evidente en las células de vida prolongada,
como las neuronas, en las que estos gránulos se consideran una característica
principal del proceso de envejecimiento.
7.5 Enfermedades
Las
enfermedades lisosomales incluyen a todas las enfermedades relacionadas con el
metabolismo de lípidos, de las que rescatamos:
- Enfermedad de Krabbe
La
forma temprana es la más común. Se inicia antes de los seis meses de edad, con
irritabilidad notoria, hiperacusia, hipertonía, retraso del desarrollo
psicomotor e hipertermia no asociada con infección. También, con el tiempo, se
desarrolla tetraplejia espástica, atrofia óptica y convulsiones tónicas o
clónicas. La enzima deficiente e s la galactocerebrosidasa.
- Enfermedad de Farber
Es
causada por la deficiencia de la enzima lisosomal ceramidasa, lo que lleva a la
acumulación de ceramida en varios tejidos, especialmente el conectivo. Los
pacientes inician sus síntomas y signos con artritis y artralgias asociadas con
nódulos periarticulares.
Los
pacientes cursan con retraso del desarrollo psicomotor, atrofia muscular,
hiporreflexia y afectación laríngea que se pone de manifiesto por estridor y
disfonía.
- Enfermedad de Fabry
Es
causada por la deficiencia de la enzima galactosidasa α, con acumulación
progresiva de globosiltriasilceramida. Las manifestaciones incluyen trombosis,
infartos cerebrales y cardiacos, insuficiencia renal, hipertensión, entre
otras.
- Mucolipidosis I y II
Las
tipos II y III corresponden al grupo de enfermedades lisosomales. Hay defi
ciencia de N-acetilglicosamina 1-fosfotransferasa.
Dentro
de las principales manifestaciones clínicas se encuentra retraso psicomotor
severo, baja talla, facies tosca, hiperplasia gingival, corneas claras,
hepatoesplenomegalia, disostosis múltiple, contracturas articulares,
infecciones respiratorias a repetición, hipotonía generalizada, piel gruesa y
rígida, cardiomegalia, hernias inguinales y umbilical.
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